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La Preolímpica y su fracaso certifica la crisis grave del fútbol de Costa Rica 

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Los resultados negativos son una constante del fútbol nacional en todas las competiciones y el último papelón  de la Preolímpica de Guadalajara refrenda el hueco en que hemos caído, el cual se incrementa con la amargura con una dirigencia encabezada por el presidente Rodolfo Vilalobos, cobijado por su silencio .

Selecciones menores, preolímpica sin avanzar en la región y una mayor que se olvidó de ganar en el 2020, acompañada por flojos desempeños desde el Mundial de Rusia 2018 , legionarios jóvenes que fácilmente retornan cabizbajos al fútbol tico tras no pegar en el extranjero .

Si las representaciones fallan, los clubes nuestros también perdieron hace rato su capacidad para confrontar positivamente a rivales del área de México y la MLS. La distancia para nosotros se ha hecho grande .

Siempre creímos que solo con una buena capacidad deportiva podemos enfrentarnos a rivales con mayores condiciones e infraestructura.

Pero desde la dirección del fútbol , la señal grandiosa del Mundial Brasil 2014 se ha ido diluyendo. Había que mejorar hacia la tendencia mundial de un juego más intenso y dinámico, que nos está dejando botados . No ha habido liderazgo para conseguirlo.

Todo es integral, hacer mejores futbolistas con técnicos más capacitados y valorizados para llevar a los jóvenes hacia arriba no se ha dado. Y más bien fue un proyecto privado de Edgar Artavia y Hugo Bolaños con la Academia Wilmer López que le trajo frescura al país, cuando los clubes , especialmente los tradicionales mermaron sus participaciones competitivas de menores internacionalmente desde hace unos ocho años. Recién Alajuelense en el CAR con Agustín Lleida da indicios de pulir más a sus jóvenes.

Surgen menos jugadores de calidad y con desarrollos inferiores. Los   campeonatos de menores son débiles, no hay intercambios con otros países de más jerarquía para llevar a los futbolistas jóvenes de Costa Rica a mejorarse, como Estados Unidos lo realiza en Europa.

Nuestro campeonato nacional mayor es muy pausado, escaso ritmo de juego, muchos jóvenes no logran afianzarse para exigir oportunidades mayores, mientras que los veteranos deseosos de jugar así como figurar les termina alcanzado a muchos . Y la mayoría de los entrenadores, muchos que se reciclan constantemente entre los diferentes equipos, se ven flojos para acrecentar la categoría del juego. 

No estamos en carrera competitiva, otros nos superan y más México así como Estados Unidos. Falta pensamiento y planificación desde una Fedefutbol muy endeble encabezada por Villalobos y su grupo, que parece solo interesarles estar allí para proveerse de la actividad que pierde credibilidad , es golpeada y transitará peligrosamente a quedar fuera del Mundial de Catar. 

Esta sería la caída en picada, sin ingresos económicos mundialistas, patrocinadores federativos en estampida, el horizonte no puede verse peor. Se vino abajo la Preolímpica conducida por un técnico y asistente novato como son Douglas Sequeira así como Harold Wallace, en esa tendencia de la Fedefútbol de experimentar con entrenadores sin experiencia en puestos claves del fútbol menor.

Extraña también que después de un gran trabajo que elevó a Nicaragua, el técnico Henri Duarte sea completamente ignorado en la Fedefútbol. Allí todo indica que es un círculo cerrado de amiguismo y simpatía, mientras que Costa Rica se cae a pedazos.

Y si eso es peligroso, lo más fatal es que no hay reacciones para revelarse en el ambiente futbolístico. Vamos por un tunel y no se ve la luz, mientras la estrategia dirigencial es la misma en la era Villalobos: ocultarse y que el tiempo pase mientras la mayor tragedia con la pérdida del boleto a Catar podría ser el mazazo .