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Gavi a los 17 años impacta a España y a Europa con juego ante Italia

Ferran Torres se consolida como el '9' español
Análisis de la selección española: lo bueno y lo malo

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Pablo Martín Páez Gavira, conocido deportivamente como Gavi, es un futbolista español que juega como centrocampista y milita en el Barcelona. Debutó con la selección mayor de su país y tuvo una muy buena labor en la histórica victoria 1-2 de visita ante Italia. 

Diario Marca presentó un artículo destacando la gran actuación del futbolista blaugrana. 

Aquí la nota

Hace apenas unas semanas le conocían sólo unos cuantos, algunos seguidores de la cantera del Barcelona y pocos más, y ahora está en boca de todos. Es Gavi, un adolestecente, sin embargo, el hombre del momento en La Roja. Con 17 años y 62 días, se convirtió en el encuentro ante Italia en el debutante más joven de la historia de la selección española. Un récord espectacular.

Titular en San Siro, sorprendió por su juego, por su carácter en el terreno de juego, por su 'madurez'. Por ese fútbol en el centro del campo, al que se ha rendido media Europa. Se estrenó y encima enfrente estaba su ídolo: Verratti. El italiano, un futbolista de clase mundial que sufrió ante el novato.

 

"Es de 2004, un menor, pero juega como un verdadero futbolista, aceptando la confrontación física, siempre en el juego. Le dio muchos problemas a Verratti", se lee en la valoración del encuentro del español que hace la Gazzetta dello Sport.

Algo en lo que coincide Luis Enrique, el responsable de que hoy todo el mundo hable de Gavi. "Tenía la tarea de marcar a su ídolo, Verrati, y ha cumplido de sobra. Es el presente de España, pero hay que darle normalidad y naturalidad", aseguraba el seleccionador, radiante tras el triunfo ante Italia.

"Es anormal que juegue así. Es un jugador con personalidad, con condiciones físicas envidiables, con nuestro estilo de juego...", continuaba el técnico, que quería destacar la precocidad del centrocampista: "Gavi ha estado enorme, pero no es lo normal. Es algo excepcional".

Recuperaciones

En el campo no se arrugó. Fue el jugador de España que más faltas cometió: siete. Y recuperó cinco balones. Una actuación que tampoco pasó desapercibida para Mancini, el técnico de Italia. "Gavi es un gran jugador para tener 17 años, es muy bueno. España tiene grandes talentos generación tras generación, tiene mucha suerte de tener estos jugadores", dijo el entrenador de la Azzurra.

En Francia, tampoco pasó desapercibida la explosión de Gavi. "Fue él quien, a los pocos segundos, recuperó el primer balón español", se puede leer en un artículo de L'Equipe sobre el debut del jugador. "Frente a un maestro, Marco Verratti, mostró su pericia", continúa el texto del diario galo en el que destacan el desparpajo del centrocampista de La Roja: "Porque Gavi no le tiene miedo a nada".

En Le Parisien, alaban su aplomo: "Con los experimentados Sergio Busquets y Koke a su lado, Gavi mostró una gran compostura, tanto en la dirección del juego como en la respuesta de igual a igual a Marco Verratti, que intentó en vano doblegarle".

"Se marchó a los 83 minutos [sustituido por Sergi Roberto] después de haberse comportado como un líder, no como un niño que sólo era un seguidor de la selección española hace tres meses", escriben en el Daily Mail. "El debut no lo desconcertó", continúan.

Lo mismo en Bild: "El seleccionador Luis Enrique convierte al talento azulgrana Gavi en el jugador nacional más joven de la historia de España. El adolescente lo agradece con una excelente actuación en el mediocampo".

Desde luego, por lo visto ante Italia, hay madera, y de la buena, en Gavi. "Es un gran jugador que lo ha demostrado en los partidos que lleva. Nos va a ayudar mucho", explicaba Oyarzabal.

España tiene futbolista para rato. "No sólo es el futuro de la selección, sino que ya vemos que también es el presente". Palabra de Luis Enrique, el 'descubridor'.

Ferran Torres, un '9' que ya no es falso

Ha sido una de las señas de identidad de la España de Luis Enrique. Al asturiano no le ha importado aparentemente los más mínimo que las lesiones, como en este caso las de Álvaro Morata o Gerard Moreno, u otras circunstancias le hayan impedido contar con un '9' clásico. "Tenemos otras opciones", ha dicho siempre. Y así ha sido. Basta ver el rendimiento que le ha dado en esa posición denominada como falso '9' un jugador reciclado por Pep Guardiola para estos menesteres en el Manchester City. Se trata de Ferran Torres, otros de esos productos futbolísticos que con tan sólo 21 años parece que lleve mil años en el oficio de goleador.

Ante Italia, que llegaba al choque con  la vitola de 37 partidos invicto y sólo 12 tantos encajados en esa etapa, su presencia en punta escoltado por el escudero más generoso que puede haber, Mikel Oyarzabal, provocó que en apenas un plis plas la seguridad transalpina saltara por los aires. Ferran aprovechó para dos servicios extraordinarios de su compañero para ponerle muy cuesta arriba el partido a su rival y marcar pronto diferencias, algo que se convirtió en abismo con la expulsión de Bonucci al filo del descanso.

Si España ya se encontraba comodísima antes de la tarjeta roja al italiano, con un hombre más jugó a placer. Sólo el error en el 1-2, que llegó en un córner a favor que aconsejaba ser jugado en corto para evitar precisamente lo que pasó, una contra, puso algo de incertidumbre. Pero la selección afrontó con aplomo los instantes finales y no dio opción a Italia.

Con dos goles en el zurrón, Ferran Torres tuvo que retirarse lesionado en el minuto 49, aunque el propio jugador quiso restar importancia a la dolencia tras el partido, pero eso no impidió que se llevara el MVP, jugador más valioso del encuentro. Un galardón, por otra parte, que hubieran merecido también Azpilicueta, Marcos Alonso, Gavi, Busquets, Koke, Oyarzabal, etc...  Pero fue el de Foios el que puso la firma al gran triunfo, 'mojó' y suma ya 12 'dianas' en los 21 partidos que ha disputado con la camiseta de España, un promedio que para sí querrían muchos arietes contrastados. Le han sufrido Alemania (3), Italia (2), Georgia (2 en dos partidos). Kosovo (2 en dos partidos), Ucrania (1), Eslovaquia (1) y Croacia (1). Quizás en su caso el adjetivo falso acompañando el '9' ya no resulta tan apropiado. 

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Análisis de la selección española: lo bueno y lo malo (Diario El Confidencial) 

Luis Enrique volvió a cumplir al clasificar a España para la gran final de la Liga de Naciones. El conjunto nacional se vengó de Italia de la mejor manera posible al eliminarla de la competición en su propia casa por dos goles a uno. Ferran Torres marcó los dos tantos del equipo y Pellegrini puso emoción en los minutos finales. La Selección exhibió sus fortalezas (espoleada por jugar con un jugador más durante la mitad del partido), pero dejando detalles a corregir… Con Bélgica o Francia, dos potencias futbolísticas, a la vuelta de la esquina.

Lo mejor | Se crece en los grandes momentos

Venía la Selección española de fútbol sumida en un mar de dudas y salió reforzada. Después de la montaña rusa de emociones que fue la Eurocopa, los primeros partidos del parón internacional sembraron la preocupación en el seno del equipo. La derrota ante Suecia puso en jaque la clasificación a un Mundial, algo que todavía no está conseguido. Pidió entonces tiempo muerto Luis Enrique, había que esperar a octubre, a una gran cita, para ver el verdadero nivel. Y la Selección respondió.

Es cierto que la superioridad de 11 contra 10 durante más de 50 minutos decantó la balanza. Uno más y por delante en el marcador, no hay escenario más idílico para ver el mejor juego del equipo de Luis Enrique, sin prisa a la hora de armar jugada y con una Italia metida atrás. España se presentó a esta semifinal del torneo con bajas importantes (Álvaro Morata, Carlos Soler, Pedri, Marcos Llorente, Jordi Alba…) y jugadores secundarios dieron un paso al frente, además de un buen rendimiento de veteranos como Sergio Busquets o Koke. Marcos Alonso, una de las sorpresas de la convocatoria, fue un puñal desde el carril izquierdo.

Lo bueno | España tiene futuro

Se puede cuestionar que dos chavales de 17 o 18 años hayan hecho méritos suficientes para acudir a la llamada de la Selección, y más si los partidos que se iban a disputar era contra Italia y contra Bélgica/Francia. Pero los adolescentes de Luis Enrique no se escondieron en Milán. Gavi, del que se lleva hablando durante toda la semana por su escasa participación con el Barcelona antes de ser convocado, se convirtió en el jugador más joven de toda la historia de España en debutar con la absoluta (lo hizo con 17 años y 62 días, superando con ventaja el registro de Ángel Zubieta en 1936, quien tenía 17 años y 284 días). No fue un partido impresionante de Gavi, pero demostró agallas y tacto cuando la pelota pasaba por sus pies.

Quien tampoco pecó de falta de personalidad fue Yeremi Pino, que suma 18 primaveras. El extremo se ha consagrado de la mano de Unai Emery como uno de los jugadores de banda con mayor desborde en LaLiga. No le pesó la responsabilidad al salir en la segunda mitad. Cometió una dura falta que le ganó una bronca monumental de los italianos, un amago de tangana y la tarjeta amarilla. Ver al chico de 18 años soportando con aparente indiferencia la regañina de un central curtido en 1.000 batallas como Giorgio Chiellini deja claro que España tiene un futuro.

Lo normal | Superioridad con balón y sufrimiento sin él

Luis Enrique tiene una máxima desde que se hizo cargo de la Selección —en ambas etapas—, el balón no es negociable. El equipo volvió a crecer cuando dominó el esférico, ayudándose de la temprana expulsión de Bonucci. Pero también evidenció las lagunas defensivas que acompañan al equipo. Pese a ser mejores que Italia en el conjunto, nada nos libró del sufrimiento en los minutos finales tras el gol de Pellegrini. Falló Yeremi Pino al ceder un balón de cabeza para Pau Torres, pero su compañero en el Villarreal estuvo demasiado lento al corregir, sirviendo el tanto en bandeja.

Unai Simón continúa siendo el portero titular indiscutible para Luis Enrique. Pese a que David de Gea esté completando su mejor temporada en los últimos años, el técnico no varía su opinión. Simón no pudo hacer nada para detener el tanto italiano, e incluso salvó a España en varias ocasiones con paradas brillantes, aunque dejó detalles de poca seguridad con el balón en los pies.

Lo malo | El gol solo lo tiene Ferran Torres

La eterna tónica de la Selección en ataque. El equipo toca, el equipo genera, el equipo crea… Pero cómo le cuesta marcar goles. Los de Luis Enrique tuvieron ocasiones de sobra durante los 90 minutos para no llegar al final del partido con el 1-2 en el marcador. Delante estaba Donnarumma, un portero pitado en San Siro tras su marcha del Milan, donde se le acusa de pesetero por su marcha al Paris Saint-Germain, que ni siquiera tuvo una gran noche. Solo Ferran Torres, el hombre gol de la Selección, se mostró certero de cara a puerta.

El doble goleador de la noche exhibió sus mejores recursos ya no como falso '9', sino como un '9' auténtico. El español está demostrando en el Manchester City que tiene habilidad y clase de sobra para jugar como referencia en ataque. Para lamento de la afición española, Ferran Torres se marchó lesionado en la segunda mitad doliéndose de un golpe (con el premio a mejor jugador del partido) y es duda para la gran final del torneo.

Lo peor | Bonucci cayó en una trampa de novato

Leonardo Bonucci puede presumir de ser uno de los mejores centrales de la última década, pero no tuvo su noche en San Siro. El veterano italiano, de 34 años, fue expulsado al filo del descanso del partido por doble amarilla. Una expulsión absurda, de las que duelen en el vestuario porque, sencillamente, no había ninguna necesidad. Cuando apenas se habían cumplido 30 minutos de la primera mitad, Bonucci recibió tarjeta amarilla por una protesta, al interpretar que Gavi había cometido falta sobre Verratti. No pasaron ni 11 minutos cuando el árbitro, el ruso Sergey Karasev, le amonestó con la segunda amarilla y la consecuente expulsión.

 

A cinco metros del área y en el lateral del campo, Bonucci saltó para pelear un balón dividido ante Sergio Busquets. El central italiano miró a su rival y luego puso el codo. No fue un impacto duro, pero había contacto suficiente. El árbitro se interesó por el estado de salud del centrocampista español para luego sacar la segunda amarilla y la roja al jugador de la Juventus de Turín. Ni siquiera hizo falta utilizar el VAR. Karasev lo tuvo claro. Dos amonestaciones evitables para Bonucci y que permitieron al equipo de Luis Enrique soltarse con el balón e imponer su juego.

Fuente: Diario Marca - Mundo Deportivo - Diario El Confidencial