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Nadia Comaneci y su espectacular historia como la gimnasta más grande de la historia

De Vuelta a Casa

Como Rumania ya no era comunista, la gente quería que Nadia regresara. El nuevo gobierno era liberal y la consideraban un heroína nacional. Incluso la dejaron usar la Casa del Parlamento para su boda con Bart. Personas de todo el país llegaron para honrar a la mejor atleta rumana, y 10.000 personas asistieron a la boda, que fue televisada. La gente tomó días libres para asistir, y Nadia sintió que Rumania era, una vez más, verdaderamente su hogar.