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Mujer de Renato Ibarra cuenta todo sobre la agresión del jugador del América

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La semana pasada el extremo del América de México, el ecuatoriano, Renato Ibarra, fue detenido por violencia domestica, tras atacar a su esposa y la hermana de esta. Ahora la joven de 24 años habló para la revista TVNotas y dio detalles de lo ocurrido en la noche del jueves 5 de marzo.

La joven que mantiene una relación de 6 años con el jugador, confesó que siempre han tenido antibajos y que en "los momentos buenos eran muy buenos, pero los malos eran muy malos", como toda pareja tenían discusiones, sin embargo, el ecuatoriano solía ser "violento con sus palabras, lastimaba mucho, me insultaba, sus ojos eran muy fuertes, pero nunca me pegó".

Además, confesó que era imposible prevenir cuando se podía llegar a dar problemas, ya que un día podía estar bien y de repente explotar en ira.

"Es que con Renato nunca se sabía; a veces podía estar bien y de repente explotaba por cosas leves, como que yo llegara tarde a una cita con él; podía durar una semana o dos molesto conmigo", declaró.

Lucely como se llama la joven, dijo que la relación entre ambos fue empeorando a finales del año pasado; en noviembre quedó embarazada, pero en el diciembre sufrió de una perdida. Actualmente se encuentra embarazada de nueve semanas.

La relación no mejora y la joven ecuatoriana confesó que hace una semanas el futbolista le dijo que quería separarse, y comenzó a ser grosero con ella, por lo que Lucely acudió donde una abogado para proceder ante la violencia emocional y verbal con la que Renato precedía con ella, además la joven estaba angustiada por las amenazas que el extremo le hacia en no darle dinero, ya que ella le pedía que cumpliera con la obligación de los alimentos que es lo que determina la ley, tanto para ella por el tiempo que estuvieron juntos, como para el hijo que tiene en común.

El acontecimiento que derivo en la agresión se dio cuando la hermana de Lucely, viajó de Ecuador a México para cuidarla, ya que su embarazo es de alto riesgo, esto molesto a Renato, por lo que le pidió a sus familiares y amigos que viajaran a México.

"Renato se está recuperando de su lesión y esa tare se había ido a entrenar. Mientras él estaba fuera, mi hermano y yo recibimos insultos de la familia de él, así que nos salimos de la casa y regresamos hasta la noche. Para la noche ya estaba Renato y hablé con él para pedirle que calmara las cosas, que hubiera problemas. Se irritó. Renato y yo estábamos en la habitación y él me jaloneó del cabello y me empujó contra la pared. Lo hizo pese a que sabía que mi embarazo era de riesgo por la pérdida tan reciente que tuve. Mientras él me pegaba, sus familiares, en lugar de calmarlo, ¡comenzaron a pegarle a mi hermana y luego a mí! Lo bueno es que en la casa estaba un amigo en común, Víctor, quien nos metió a un vestidor. Renato les dijo a sus familiares: '¡Vengan, péguenles!', entonces atacaron a mi hermana; la tenía en el piso, la golpearon. A mí me tenían contra su pared mientras a ella le pegaban. Yo estaba encorvada protegiendo a mi bebito. También estaba mi hijo presente viendo todo, y de eso Renato estaba consciente, mi niño gritaba: 'No le peguen a mamá, déjenla', tenía una espada y les quería pegar para defenderme. Sentí mucho miedo y me encomendé a Dios... ¡Él nos salvó!", fue es desgarrador relato de Lucely de la agresión que sufrió junto a su hermana.

En un momento la hermana de la joven se comunicó con otra hermana que vive desde hace años en México para que alertara a la policía y los familiares del jugador se dieron cuenta y se detuvieron, ella le reclamó a Renato por la agresión y espero la llegada de los oficiales junto a su hermana e hijo en el carro. Lucely le contó todo a los oficiales y los dejo pasar a la casa para que detuvieran al jugador y familiares, ella confiesa que el futbolista intentó utilizar el hecho de ser figura pública para que no lo detuvieran, pero no le sirvió de nada.

"Sí, por supuesto, les decía que era figura pública, que era jugador del América, que no lo podían sacar de su casa".

La joven continua siendo atendida en un hospital de la Cuidad de México, ya que los doctores la dejaron en reposo absoluto, producto de un sangrado que le comenzó en el Ministerio Público donde iba a declarar.