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Se hizo llamar "Devil Baby" por perseguir estrellas del fútbol inglés para redes y cuenta su verdad

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Orla Sloan, actualmente mejor conocida como 'Devil Baby', se dio a conocer en redes sociales la semana anterior cuando compareció ante la justicia y admitió haber tenido relaciones sexuales y acosar a los futbolistas ingleses, Mason Mount y Ben Chilwell del Chelsea, y al escocés Billy Gilmour también jugador de los 'Blues'.

La joven de 22 años afirmó que tras una noche con Mount llegó a enviarle 21 mensajes amenazantes. "Cuidado con el bebé del diablo, Mason. Puedo transformarme en cualquier momento", llegó a decirle.

"No voy a comprar más comida para poder conseguir más números (de teléfonos). Seré más rápido que tú", añadió en otro mensaje hacia el volante inglés de 24 años.

Ahora, la joven dice entender que todo lo que hizo suena demente y estar avergonzada de su actitud e incluso señala que nunca imaginó que su caso tuviera consecuencias en redes sociales hasta el punto de que se hiciera una campaña digital en su contra.

"El mundo en línea tan alejado del mundo real. No tienes el mismo sentido de la perspectiva porque solo estás en tu dormitorio, en tu teléfono. No se siente los mismo, pero, en realidad, la gente está viendo lo que estás haciendo y está afectando sus vidas", dijo Sloan.

"Lo que hice fue incorrecto. Lamento haber enviado todos esos mensajes, lastimosamente a esas personas (Mount, Chilwell y Gilmour) y a sus familias. Nadie se merece eso. Nadie quiere sentirse inseguro, como si estuviera siendo amenazado. Hay una enorme falta de control en línea. No caminarías por una calle desnudo en la vida real", añadió.

Durante su comparecencia en los juzgados Orla afirma que su historia y su mala voluntad sean una lección para los más jóvenes.

"Quiero que todos los que estén tentados me miren y se lo piensen dos veces antes de actuar en línea. Es muy fácil presionar un botón y crear una cuenta falsa y luego ir un paso más allá. No hay ninguna barrera mágica entre las redes sociales y la vida real. Si haces algo que está mal en Instagram, también está mal en la vida real", expresó Sloan.

"Esa colisión entre mi vida en línea y el mundo real, la ley, fue un shock. Todo está en tu cara, en la corte, en las cámaras, no como las redes sociales donde tienes el control y puedes curar. Solo puede ver lo que había hecho hasta que llegué al punto en que tuve que ir a la corte, y potencialmente a la cárcel", agregó.

Tras su proceso la joven se traslado hasta la isla griega Mykonos, en donde trabaja como anfitriona de un club de playa durante el verano y cuando regrese a Inglaterra lo hará a la casa de su madre en Exeter.

Orla Sloan fue condenada a 12 semanas de cárcel, suspendida por 18 meses, una orden de rehabilitación de 30 días, 200 horas de trabajo no remunerado, 300 libras esterlinas a pagar tanto a Mount como Chilwell y 500 libras a Gilmour, costos de 85 libras y un recargo de 154 libras.

Además, a la joven se le dio una orden de restricción de cinco años que le impide ponerse en contacto con los tres futbolistas ya sea de manera directa o indirecta.

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